VENEZUELA: 9 de cada 10 niños están excluidos de atención en maternales

 Los niños deben recibir atención desde el primer año de vida. En 1999, cuando se promulgó la Constitución, se estableció la obligatoriedad de la educación a partir del maternal. Sin embargo, la meta está lejos de alcanzarse. La Memoria y Cuenta del Ministerio de Educación de 2011 señala que hubo una reducción de la tasa de atención de niños de 0 a 2 años de edad.
Este indicador representa el porcentaje de matriculados en centros de educación inicial en comparación con la población total de niños con esas edades.
El documento oficial indica que en el año escolar de 2009 a 2010 se brindó atención a 16,9% de los niños de 0 a 2 años; en el de 2010− 2011, la cifra se redujo a 13,1% ­1 de cada 10 niños­. Es decir: hubo un descenso de 3,8 puntos.
Mabel Mundó, investigadora de educación del Centro de Estudios del Desarrollo de la Universidad Central de Venezuela, indica que el porcentaje es muy bajo. "Como este es un programa que empezó en los primeros años del gobierno actual, se supone que debería crecer paulatinamente, pero llama la atención lo discreto del incremento y las oscilaciones", explica.
En realidad, desde 2001 ­de acuerdo con la Memoria y Cuenta­ se ha evidenciado un aumento de la tasa de atención. Sin embargo, hubo un retroceso en el año escolar 20102011, pues el porcentaje de ese periodo es el mismo que el de 2006−2007.
Hay otros datos que también muestran una merma. Si bien en la educación inicial formal ­la que se dicta en preescolares­ hubo incremento de matrícula, en la no convencional se presentó una reducción de 74.631 alumnos entre el año escolar 2009−2010 y 2010−2011.
Eso significa que se atienden menos niños en hogares, locales, áreas comunitarias y otras.
Mundó recalca que las instituciones de educación inicial son importantes. En primer lugar, dice, porque la educación temprana contribuye con el éxito escolar en el resto de los niveles. Además, se trata de una garantía para la fuerza laboral femenina: las mujeres pueden dejar a sus hijos pequeños en un maternal y salir a trabajar.
Las razones. El hijo de un año de edad de Daniela Pacheco no va a la guardería. Ella lo cuida en su casa, pues el simoncito que le queda cerca no cuenta con maternal. Ha buscado instituciones privadas, pero el dinero no le alcanza: trabaja eventualmente como encuestadora y no tiene un sueldo estable.
"Los sitios que he conseguido sobrepasan los 1.000 bolívares y lo que me pagan en el trabajo no llega a 2.000 o 3.000 bolívares", explica.
No vive con el papá de su hijo, por lo que sus tías lo cuidan cuando le sale un trabajo.
La atención del niño le ha acarreado inestabilidad laboral. Anteriormente trabajaba en un hospital, pero renunció para cuidar al niño que, dice, se enfermaba mucho.
"Si encontrara un lugar en el que lo atendieran, se me facilitaría conseguir trabajo fijo y estaría tranquila porque sé que él tendría los cuidados necesarios", asegura.
Esta situación se relaciona con dos posibles explicaciones que da Mundó para la reducción de la tasa de atención: una, que hay madres desempleadas y por eso cuidan a sus hijos en casa; otra, que la oferta de servicios de maternal se ha reducido. También, señala, hay madres que no están de acuerdo con llevar a sus hijos a estas instituciones.
Mariano Herrera, director del Centro de Investigaciones Culturales y Educativas, apunta: "Tal vez ha aumentado el número de niños, pero no se ha incrementado la oferta y por eso baja la proporción. Otra posibilidad es que las madres no llevan a los niños porque no pueden costear los gastos o porque les han cambiado los horarios".
Pudiera pensarse que la reducción de la tasa de atención en los dos primeros años de vida se debe a que hay menos nacimientos. Sin embargo, de acuerdo con proyecciones del censo de 2001 ­publicadas por el Instituto Nacional de Estadística­, entre 2009 y 2011 la población de 0 a 4 años de edad se ha mantenido estable, con un pequeño aumento.
Para Olga Ramos, directora del Observatorio Educativo de Venezuela, es preocupante que haya menos atención en este rango de edad.
"A lo mejor la distribución de los nuevos centros de educación inicial no está considerando los lugares que más necesitan el servicio", propone como posible explicación.

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